Imputado por "terrorismo" uno de los atacantes de Sídney
La policía australiana imputó este miércoles a uno de los sospechosos del atentado antisemita en la popular playa Bondi de Sídney, al tiempo que se celebraba el funeral de dos de las 15 víctimas mortales.
Sajid Akram y su hijo Naveed son sospechosos de abrir fuego el domingo por la tarde durante la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, en un ataque que dejó 15 muertos y decenas de heridos.
Naveed fue imputado el miércoles por 15 cargos de asesinato y cometer un "acto terrorista".
"La policía alegará ante el tribunal que el hombre participó en actos que causaron la muerte, lesiones graves y pusieron en peligro la vida de otras personas con el fin de promover una causa religiosa y sembrar el miedo en la comunidad", indicó el departamento policial del estado de Nueva Gales del Sur.
"Las primeras indicaciones apuntan a un ataque terrorista inspirado por el EI [sigla del grupo yihadista Estado Islámico], una organización considerada terrorista por Australia", agregó la policía en un comunicado.
Sajid, de 50 años, murió en el sitio del ataque en un tiroteo con la policía.
Naveed, su hijo de 24, recibió impactos de bala y permanece en el hospital bajo vigilancia policial.
- Luto -
Eli Schlanger, padre de cinco hijos y conocido como el "rabino de Bondi", fue la primera víctima en ser sepultada, tras un homenaje con un servicio en la sinagoga Chabad de Bondi.
Familiares y allegados lloraron mientras su cuerpo era trasladado a la sinagoga dentro de un ataúd negro.
"Cualquiera que lo conociera sabía que era el mejor de nosotros", declaró uno de los líderes de la comunidad judía australiana, Alex Ryvchin, antes del funeral.
Por la tarde, los dolientes colmaron la sinagoga Chabad para el servicio funerario por el rabino Yaakov Levitan, de 39 años y padre de cuatro hijos.
Varias patrullas policiales vigilaron las calles alrededor de la sinagoga de Bondi, ante la multitud que se reunió para presentar sus respetos.
"Mi corazón está con la comunidad hoy y todos los días", expresó este miércoles a una radio el primer ministro Anthony Albanese.
- "Ideología de odio" -
El jefe de gobierno dijo que los atacantes se habían radicalizado por una "ideología de odio".
Mientras tanto, aumentan las preguntas sobre si las autoridades pudieron actuar antes para frustrar el ataque.
Naveed Akram, supuestamente un albañil desempleado, llamó la atención de la agencia de inteligencia australiana en 2019 pero no se le consideró una amenaza inminente.
La policía está investigando si ambos se reunieron con extremistas islamistas durante una visita a Filipinas semanas antes del ataque.
El departamento de inmigración filipino confirmó a la AFP que pasaron casi todo el mes de noviembre en la isla meridional de Mindanao, región con una larga historia de insurgencias islamistas.
El gobierno filipino rechazó el miércoles que ese país fuera usado para entrenamiento terrorista y sostuvo que no hay evidencia para afirmarlo.
Armados con rifles de cañón largo, padre e hijo dispararon durante 10 minutos en la playa de Bondi antes de que la policía abatiera a Sajid Akram.
- Héroes australianos -
Albanese elogió este miércoles el heroísmo de una pareja de sexagenarios asesinados en el atentado, después de que las imágenes filmadas por una cámara instalada en un vehículo los mostraran luchando contra uno de los atacantes.
"Rindo homenaje a Boris y Sofía Gurman. Boris atacó a uno de esos terroristas cuando salía del auto. Y eso causó la muerte del señor y la señora Gurman", dijo.
Albanese también visitó el martes a Ahmed Al Ahmed, quien se ha convertido en un auténtico héroe en el país y en todo el mundo tras conseguir arrebatar el rifle de las manos de uno de los asaltantes. Su gesto, que fue filmado, se ha vuelto viral en redes sociales.
Las autoridades australianas acordaron endurecer las leyes que permitieron a Sajid Akram, poseer seis armas.
Los tiroteos masivos han sido poco frecuentes en Australia desde que un pistolero solitario mató a 35 personas en la ciudad turística de Port Arthur en 1996.
Sin embargo, en los últimos años Australia ha registrado un aumento constante de las armas privadas.
El ataque del domingo también ha reavivado las acusaciones de que el país está retrasando la lucha contra el antisemitismo.
Judíos australianos expresaron en los funerales sentirse inseguros, enojados y frustrados por considerar que el gobierno ha hecho poco por combatir el antisemitismo.
"¿Si nos sentimos seguros? Sabes que la respuesta es 'realmente no', para ser honesto", comentó a AFP el rabino Yossi Friedman durante un homenaje a las víctimas.
"Nuestros abuelos y bisabuelos, sobrevivientes del Holocausto, vinieron para escapar del odio y escapar del derramamiento de sangre, de los pogromos, la persecución", declaró. "De nuevo lo estamos encontrando aquí".
A.Murphy--IP